Hace años que escucho hablar de la falta de seguridad jurídica en el país y estas últimas semanas con las nuevas medidas implementadas por el BCRA (Banco Central de la República Argentina) en materia cambiaria (A7340) se reavivan los comentarios de la falta de confiabilidad en el país en base a las medidas que los organismos estatales imponen; en base a esto comencé a investigar un poco más sobre como afectaban estos cambios en la psicología de las personas e increíblemente, contra lo que mi logica como conocedor del mercado de capitales indicaba, no resulta tan importante la gravedad de la medida adoptada, la medida o normativa en sí misma, lo que dice o representa, sino la incertidumbre que genera el cambio. Muchos psicólogos, psiquiatras e investigadores hace décadas demuestran y reafirman día tras día que si bien el ser humano tiene una gran capacidad de resiliencia los cambios son situaciones que en general suelen evitar y la gran mayoría de las personas no quiere o prefiere no salir de su “zona de confort”. Desde este enfoque es fácil de entender porque los Argentinos, al igual que sucede en Venezuela y Turquía, prefieren la tranquilidad de ahorrar en moneda fuerte y fuera del sistema bancario. Algunas de las preguntas que me hice y logre responder fueron:
-Afecta solo al pequeño ahorrista o a todos por igual? En resumen, si, toda aquella persona que tenga la mínima suma de dinero en sus manos de una u otra manera siente la incertidumbre de lo que va a suceder mañana, de las medidas o restricciones que va a imponer el estado o de cómo se desarrollarán las que ya fueron impuestas. Desde el trabajador que piensa en comprar alimentos, materiales de construcción o algún electrodoméstico de forma anticipada previendo un aumento hasta los CFO de empresas multinacionales y bancos intentando no perder el dinero de sus accionistas por restricciones sin sentido.
-Que efecto psicológico conlleva la falta de reglas claras y fijas en la economía nacional? El stress es el común denominador en todas las situaciones, la exposición al llamado “riesgo argentino” existe por el mero hecho de vivir, trabajar, ahorrar o tener alguna relación con el país y es inevitable, cuanto mayor sea el porcentaje de patrimonio expuesto mayor será el stress e inevitablemente la solución escapa a las manos de quien lo padece.
-El tan reclamado plan económico serviría de algo? Claramente no, la gente ya perdió toda confianza en la clase política y con un plan económico no sería suficiente sin la seguridad de que las reglas no cambien de un día para otro.
-Si se dejaran de cambiar las condiciones, cuanto tiempo demoraría en volver la confianza? Es imposible medirlo en el tiempo pero está a la vista que llevaría muchos años, y tal vez, nunca se logre recuperar la confianza de algunas generaciones; El fantasma del corralito del 2001 todavía circula y hay gente que en 20 años no volvió a confiar sus ahorros a los bancos y probablemente no lo vuelva a hacer.
En mi opinión, la seguridad jurídica en la República es inexistente, la gente no confía en el pais, los demás países no confían en el país y hacen bien, no se puede confiar en ningún soberano que cambie las normativas (y siempre en contra de las libertades individuales) prácticamente todos los días; Es tal el descontrol que hay que las nuevas normativas resultan imposibles de interpretar, se contradicen con leyes, decretos y resoluciones previas aún vigentes y lo único que se logra es generar caos y preocupación.
Al final de cuentas el argentino siempre encuentra una manera alternativa de llegar a su objetivo por lo que cualquier medida carece de eficiencia pero en lo que si surge efecto es en lograr que cada vez más inversores retiren su capital del país y que cada vez menos, si es que aún quedan algunos, consideren invertir en Argentina. La única manera de que el país pueda progresar es con trabajo y si no hay quienes lo creen va a ser imposible, para que alguien quiera invertir, arriesgar y asi crear esos puestos de trabajo que hoy tanto se reclaman tiene que existir la garantía de que las condiciones no van a cambiar de la noche a la mañana, de lo contrario el país seguirá su camino descendiente de donde cada vez será más difícil recuperarse.
Me animo a decir que no importa si las condiciones son buenas o malas, lo que realmente importa es conocerlas y asi poder buscar la mejor forma de lograr los objetivos que cada uno tenga, obviamente cuanto mejores sean las condiciones más sencillo va a resultar llegar a ese objetivo y mientras que las condiciones cambien de manera constante es imposible.
Se están cumpliendo 2 años desde que comenzaron las restricciones a la compra de moneda extranjera y en 24 meses existieron más de 50 resoluciones del BCRA, CNV y MECON. En promedio más de 1 cambio cada 15 días y efectivamente sabemos que no lograron que los inversores y ahorristas dejen de escapar hacia el dólar y tampoco sirvió para recuperar reservas de manera contundente. Es fácil opinar como dicen con el diario del lunes pero, no hubiera sido mejor para todos en vez de la pelea interna entre el estado y las empresas-ahorristas por los pocos dólares que hay lograr que más dólares ingresen a la economía? O bien, proponer condiciones justas para que, no por imposición sino por decisión propia y conveniencia, las empresas y ahorristas inviertan en moneda nacional?
Espero algún día poder decir que la Argentina es un país en el que se puede confiar e invertir ciegamente pero, por el momento, se escucha como algo imposible.
Gastón D’amico, Presidente de Boston Asset Manager Mat. CNV AP 1135
20 de Agosto de 2021