Los bonos CER y las LECER brillaron durante el 2023 en un contexto de altísima inflación, al igual que el plazo fijo UVA estos títulos ajustaban con una tasa variable en base a la inflación.
Actualmente con una inflación en torno al 4% los inversores salieron de los bonos CER y se pasaron a LECAPS principalmente debido a que la tasa ofrecida en torno al 4,2% fija y de corto plazo es más atractiva que el ajuste por CER que no logra superar la tasa ofrecida por MECON a través de las letras.
Sin embargo los títulos CER actualmente presentan una tasa de interés implícito muy alto, actualmente más de la mitad de la curva se encuentra con tasas cercanas al 10% anual (TIR) esto si bien en el largo plazo, teniendo en cuenta que los títulos cubren el avance de la inflación podría considerarse como una tasa positiva en términos de poder adquisitivo comparable con una tasa en moneda dura (dólares). Si bien pesos ajustados por inflación no son dólares, con un dólar estable y devaluando a menor ritmo que la inflación estos títulos pueden ser una buena oportunidad pensando en el mediano y largo plazo.
Una oportunidad que muchos analistas comentaron en los últimos dias es la posibilidad de ver una compresión en esta tasa de cara a una restructuración de deuda soberana en dólares. En caso de que sea exitoso, no sería de extrañar ver la tasa implícita de los títulos CER presenten bajas lo que beneficiaría a quienes tengan estos títulos en cartera. A mayor plazo de vencimiento del título, mayor volatilidad y principalmente mayor retorno esperado en un escenario de este estilo.
Si nosotros tenemos un bono con vencimiento el año próximo y la tasa se reduce de 10% a 5% veríamos un aumento de precio de 5% (compresión de tasa x años a vencimiento), mientras que si tenemos un título a 2045 como es el caso del CUAP en un mismo escenario veríamos un aumento de precio de 105%.
Si bien no estamos seguros de que la tasa se comprimirá, el ejemplo anterior busca mostrar la diferencia entre títulos de corto plazo y largo plazo. A su vez, hasta tanto se de esa compresión de tasas (o no) los títulos deberían acompañar a la inflación siendo también un instrumento de cobertura.
En una comparación con letras capitalizables (LECAPS) podemos ver lo siguientes:
-LECAPS: Tasa fija de 4%, sin posibilidad de ganancias extraordinarias, baja volatilidad
-TITULOS CER: Ajusta por inflación (actualmente 4%), posibilidad de contracción de tasas con gran potencialidad de ganancias extraordinarias, volatilidad media.
Si bien ante un escenario de baja de inflación veremos a los títulos CER reducir su rentabilidad y tasa, lo mismo ocurrirá con las LECAPS a emitir, mientras que las ya emitidas mostraran una compresión en sus tasas implícitas generando un beneficio para sus tenedores, que si bien podría considerarse extraordinario, teniendo en cuenta la corta duración del instrumento, solo sería un adelanto de intereses futuros.
Personalmente recomiendo LECAPS para plazos menores a 6 meses y títulos CER del tramo largo de la curva para colocaciones en pesos a más de 6 meses (y dispuestos a asumir un mayor riesgo).
Para quienes salen del plazo fijo bancario, la mejor opción siguen siendo las LECAPS ya que ofrecen una tasa superior a los bancos y no tienen un riesgo mayor.